Cuántas veces nos hemos ido a comprar una crema protectora para el sol y nos ha olido a verano, a playa. O hemos pasado al lado de una panadería y nos ha recordado a cuando merendábamos de pequeños. El olfato es uno de los sentidos más potentes a tomar en cuenta por el marketing actualmente precisamente por eso. Porque al estar relacionado directamente con el sistema límbico, actúa sobre nuestros instintos y comportamientos evocando automáticamente vivencias, recuerdos sin ser conscientes. Con esta premisa, nos encontramos ante una herramienta fundamental para que las marcas incidan en el consumidor fácilmente y le trasladen exactamente al punto deseado.
De acuerdo con uno de los últimos informes publicados por Journal of Marketing en este sentido (2015), el usar fragancias suaves como la vainilla o la canela hace que el cliente sienta que el establecimiento está más atestado de gente de lo que parece y termine inconscientemente comprando más productos y de mayor calidad, ya que aportan más estatus, ese toque distintivo. En contraposición, encontraríamos los 'fríos' como el eucalipto o la menta, que llevarían al efecto contrario.
Oysho
Y es que nada es baladí para una firma. Todavía menos cuando hablamos de las grandes casas de moda o de las cadenas, en constante competencia y evolución así como desarrollo de negocio. Solo basta con echar un vistazo a Inditex. Sin apenas gastar dinero en publicidad directa, sus tiendas son su mejor escaparate desde el principio: la colocación de las prendas, el interiorismo, la experiencia de compra cada vez más 'tequi', sus play lists que cambian dependiendo de cada una de sus ocho marcas... Y, claro, el olor. Aunque no conceden entrevistas en general, desde Oysho nos confirman que usan 1., fragancia que camina entre lo femenino y lo masculino con mucha personalidad compuesta fundamentalmente por mirto, notas verdes, iris, cuero, maderas, ámbar y almizcles blancos.
"Es fundamental. Primero porque un sitio que no huele bien no deja huella, el sentido del olfato o el del gusto van más allá que el de la vista a la hora de sentir que un sitio es acogedor. Cuando entras en un sitio que el olor te trae un buen recuerdo, te quedas más tiempo y compras más, ya que asocias ese aroma a un momento grato", añaden las hermanas Mercedes y Elena desde la firma Zubi.
Zubi
Gallegas de corazón y a mucha honra (no olvidemos que sus primeras carteras de mano reflejaban en sus estampados las fotografías que ambas habían hecho de sus paisajes favoritos), no podían pasar por alto el olor a la 'tierriña'. Así, crearon la vela Monteferro, "sal, eucalipto...". Pero pendientes ahora de una reedición al haber agotado existencias, Zubi estos días huele a las velas California de Lola James: "Hace un gran equipo con nuestra marca y con la nueva colección".
Desigual
"Mediterráneo, exótico, marino, a fruta recién caída del árbol, a hierba mojada por la lluvia, a la menta de un Mojito..." Nos trasladamos de 'playa' y consecuentemente de olores con Desigual. Y es que en esta marca española no es que este punto forme parte de su identidad, sino que ahora mismo es clave. Tanto es así que, recientemente, fueron los trabajadores a través de una estrategia de la empresa quienes eligieron los aromas que iban a dar todavía más vida a sus tiendas: "Durante unas semanas en el hall de las oficinas de La Barceloneta había distintos aromas que la gente iba oliendo y votando", nos explican.
¿Los objetivos a representar a través de éstos? Valores, imagen, posicionamiento, internacional y cultural. Todo forma parte de "un concepto nuevo por lo que solo está dentro del proyecto de #anewdesigual, que comprende la transformación del concepto de tienda y está ya instaurado en el nuevo establecimiento de Paseo de Gracia".
Igual que cada uno tenemos nuestro propio olor, ¿cómo no iba a suceder lo mismo con las marcas?
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